Dice Hugo que tras aquellos montes hay una luz que anda. Interesado por el tema comienzo a lanzar preguntas que me den más detalles. Así, Hugo fue tejiendo una historia.
Dice Hugo que tras aquellos montes hay una luz que anda. Se dirige al norte, lejos, muy lejos, donde hace tanto frío que ya ninguna persona puede vivir. Se dirige allí a reunirse con otras luces que andan. Allí todas juntas se dedican a beber las aguas del deshielo.En realidad son gente, gente con luz por dentro y por fuera, él dice que tienen luz por la cabeza, el pito, las piernas, por todas partes.
Dice Hugo que esa gente es todo luz, que no pueden comer y que andan hacia el norte a nutrirse de sus aguas.
Dice Hugo que toda la gente es luz, pero que algunos la tienen por dentro y por fuera y otros sólo la tenemos por dentro. Hugo dice poder ver la luz que hay en cada uno porque come mucho y claro...
Dice Hugo que la luz de cada uno tiene colores diferentes, algunas son blancas, otras con dibujos, otras moradas, otras de muchos colores. Y que también los hay con luz negra, pero ésta sólo por dentro.
Dice Hugo que sólo la gente que tiene luz por dentro y por fuera se dirige al norte, lejos, muy lejos, y que los demás nos dirigimos a otros sitios.
Si le pregunto por el color de la luz de alguien concreto, resopla y mueve la cabeza de un lado a otro con una honda sonrisa de sabiduría infantil, pero asegura poder verla y no querer contestar. Dice Hugo que es su secreto.
Y sabéis qué os digo... que le creo.
Muchas gracias a Hugo por compartir con los mayores su historia, muchos besos a Jose por transformarla en palabras y un abrazo muy grande para los tres, que andan por esas tierras del sur, viendo luces en las personas y soñando que viajan al norte, muy lejos...
SALUDos luminosos
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