viernes, 9 de noviembre de 2007

El vuelo de un Milano.

No suelo hablar de las cosas, anécdotas o curiosidades que me ocurren en el trabajo. Pero hoy haré una excepción, por lo singular de lo sucedido. Estábamos tranquilamente en el recreo, a eso de las 11:45 de la mañana, disfrutando del agradable sol de Los Monegros y observando el devenir de las actividades de los niños. De pronto, desde detrás de los pinos que circundan el patio, la silueta de un milano ha invadido el azul del cielo y se ha acercado asombrosamente hasta nuestras cabezas, realizando unas cuantas pasadas por el patio y cerniéndose unos cuantos minutos sobre un grupo de nuestros chicos más peques.
El silencio se ha adueñado del patio, y todos los niños, sin excepción, se han parado a contemplar el espectáculo del vuelo pausado y rítmico del milano, sus colores e incluso el ruido del roce de sus alas. Y una vez pasada la primera impresión y cuando el ave ha decidido surcar más alto el cielo (quizá esas crías de ser humano eran demasiado grandes para incarles el pico), el silencio se ha tornado en lluvia de preguntas y curiosidad. ¿Qué pájaro era ese?, ¿qué estaba haciendo?, ¿por qué no se caía del cielo?, ¿nos quería comer?, ¿por qué tenía tantos colores?... y así un sinfín de voces me han rodeado y me han "acribillado" a cuestiones relacionadas con el extraño visitante. Una vez calmado el grupo, y sentados en corro, en el mismo suelo del patio, dejando juegos y balones abandonados, hemos improvisado (con la ayuda de los alumnos de 5º y 6º) una explicación sobre las aves, las rapaces, el extraño arte de volar y las características de nuestro amigo el milano. Y cuando nos hemos querido dar cuenta, ya era la hora de volver a clase.
Me encanta mi trabajo, incluso en estas épocas convulsas en las que parece que la Educación, así con mayúscula, no tiene mucha cabida en la vida ajetreada de los padres, ni en la mente estanca de los políticos.



P.D. Dedico este post a mis alumnos y a su curiosidad, a los de ayer (que recordaré siempre con cariño), a los de hoy (que recordaré algún día) y los de mañana.

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