La balanza se inclina ( de nuevo) hacía la patronal
Alcanzar el “justo medio”, como denominaba Aristóteles al virtuoso punto de equilibrio entre el exceso y el defecto, no suele ser tarea sencilla. Sostenía el filósofo griego que el término medio entre la temeridad y la cobardía es la valentía; y entre el uso de los bienes y su posesión, la generosidad. Las decisiones adoptadas ayer por el Gobierno en materia laboral constituyen una prueba de lo difícil que es alcanzar el ideal aristotélico. El presidente Zapatero se había comprometido a buscar un punto de encuentro entre los intereses de los empresarios y los sindicatos, y lo que se aprobó ayer en Consejo de Ministros refleja una clara inclinación de la balanza hacia los primeros. De acuerdo con el nuevo reglamento de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), las empresas podrán despedir a trabajadores con 20 días de indemnización con sólo alegar pérdidas coyunturales, cuando el proyecto original exigía que estas fuesen permanentes. Y el decreto ley sobre negociación colectiva endurece aún más a los sindicatos las condiciones para prolongar los convenios. Estos nuevos movimientos, que han tomado a UGT y CCOO por sorpresa y provocado su lógica indignación, pueden interpretarse de dos modos: o que el Ejecutivo socialista no ha entendido el mensaje de los votantes el 22-M, o que, habiéndolo escuchado, considera sinceramente que no existen otras opciones para salir de la crisis. Sea cual fuere la explicación, la idea que se transmite en últimas es que, frente a los grandes poderes económicos y la fuerza avasalladora de los mercados, el “justo medio” no tiene cabida.
Visto
No hay comentarios:
Publicar un comentario