jueves, 5 de noviembre de 2009

La miseria del ser humano

Decía mi señor abuelo, que una de las cosas más ruines que podía hacer una persona era robar en una iglesia. A esa taxativa afirmación de mi yayo, añado yo de mi propia cosecha, que no hay nada más ruin que robar en una escuela.
Esta mañana nos hemos despertado de golpe (y casi porrazo) cuando al llegar al cole y abrir la puerta (como todos los días) hemos podido comprobar que nos habían desvalijado las clases.
Y el surtido que nos han substraído ha sido de lo más selecto, no os creáis: los ordenadores de mesa de ambas aulas donde guardamos todo el trabajo de los chicos y el nuestro propio (¡¡¡y menos mal que sólo éramos dos!!!), una cámara digital del aula de los peques (con la que están -perdón, estaban- practicando para aprender a hacer fotos y colgarlas en el blog, una impresora láser multifunción con escáner incluido y un cañón de vídeo que ni siquiera nos había dado tiempo a estrenar (y que se han llevado con la caja de embalaje y todo) y lo que más nos ha dolido... los cinco equipos portátiles nuevos (también conocidos como tablets PC) que nos había enviado la DGA hace dos semanas.
Imaginaos mi cara y la de mi compañera cuando hemos descubierto semejante tropelía. Hemos pasado del estupor, al cabreo, de nuevo al estupor y de vuelta al cabreo más salvaje en décimas de segundo y esto a escasos minutos de abrir la escuela a los niños, que también han alucinado al comprobar lo que había sucedido.
Me quedo con dos reacciones bien diferentes de mis chicos para ilustrar sus emociones. Una de mis peques, nos ha mirado aliviada y ha exclamado "que suerte, por lo menos no se han llevado las pinturas, que las estrenamos ayer", mientras que uno de mis mayores, parado en la puerta del aula, con la cara desencaja y los ojos vidriosos a exclamado "un año entero esperando los tablets y en menos de quince días nos los han quitado. No es justo".
La mañana ha pasado entre visitas de la Guardia Civil, caras largas, llamadas de teléfono, preguntas de dificil respuesta, sentimientos contenidos y visita de la Policía Científica y al final de la tarde, ya más calmados parece que las aguas han vuelto a su cauce.
El pueblo se ha revolucionado y al rato la noticia era sabida por todos y he tenido que contar varias veces la misma historia. Caras de extrañeza e historias similares, ya que por desgracia no es la primera vez que ocurre.
Con el robo, además de unos cuantos ordenadores, los ladrones (por llamarlos de alguna manera que no mencione a sus madres, unas santas) se han llevado un trocito de la ilusión que mis chicos tenían por trabajar con las tablets y de propina nos han dejado a todos un poso de inseguridad y de miedo en el cuerpo. Miedo e inseguridad que hasta ahora ninguno de ellos había sentido.
Me había prometido no escribir palabras malsonantes, pero no lo voy a cumplir. Me cago en todos vuestros muertos, panda de cabrones mal nacidos, gente sin escrúpulos y miserables que sólo sabéis robar en una escuela, unos miserables ordenadores y la ilusión de los más débiles.
Y como decía mi amigo Gabarre: "Ojalá os entren unas cagueras que no podáis dejar de correr y cuanto más corráis más os caguéis".



SALUDos cabreados

P.D: Y no sólo ha sido en mi escuela, en el pueblo de al lado también.Copón!!!!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, lo siento muchísimo. Robar en una escuela es realmente infame.

Hace tres años también robaron en Peñarroya, forzando puertas y dejando un buen rastro de destrucción que costaba creer.

Ánimo. Seguro que es una buena lección de vida para los alumnos.
José Luis.

Anónimo dijo...

Vaya, lo siento muchísimo. Robar en una escuela es realmente infame.

Hace tres años también robaron en Peñarroya, forzando puertas y dejando un buen rastro de destrucción que costaba creer.

Ánimo. Seguro que es una buena lección de vida para los alumnos.
José Luis.

Alberto dijo...

Qué putada, lo peor es que tiene que ser gente de la zona seguro, porque sabían que acababais de estrenar las tablets.
Ánimo y como dice José Luis, seguro que de aquí los peques acaban sacando algo positivo.

Mariajo dijo...

Que putada maño¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ya te dije que acabarían en el rastro de la plaza de toros. Y no serán las únicas, deberían de pensar algún sistema para que no funcionen si no es con una clave o algo porque en este país de pandereta...

Amparito dijo...

Pues yo aun me acuerdo de dejar la puerta abierta en los pueblos...
Me robaron por primera vez en mi vida al volver de vacaciones. Delante de mis narices y de toda mi familia y ni nos enteramos...
Lo malo que en el bolso iba la cámara con fotos de las vacaciones y del curro... Y también pasé por las fases del estupor al cabreo

Me encanta el "Uf, menos mal que no se han llevado las pinturas"

Acuerdate de la peli de "Amanece que no es poco" El maestro no necesita de tantas tecnología para enseñar ¿no?
Miraló como una oportunidad.

Bueno, ya se que es dificil pero, a veces, de lo malo sacamos cosas buenas

Besos de ánimo

Unknown dijo...

¡Malditos golfos apandadores!
Pero no todo es malo. El tiempo que tenías previsto dedicar a que aprendieran a navegar por internet, buscar información y contrastarla, lo puedes usar para enseñarles a hacer papel libre de cloro y así la pérdida del soporte digital no será tan malo para el medio ambiente.

Saludos