Energía solar sin sol

Vale, el título tiene truco, pero no tanto como parece. Aviso desde ya que el explicarlo me va a llevar un tiempo, ya sabéis de mi tendencia a enrollarme los que me conocéis.

Una de los principales inconvenientes de la producción de electricidad a partir de energías renovables radica en la poca regularidad de la producción. La energía eólica depende de las rachas de viento por lo que su producción es inconstante, dificilmente predecible y llena de picos y valles. No se puede depender de ella, es necesario otro tipo de fuente de energía que sí pueda ser predecible y que la pueda complementar; ahí entran las centrales de ciclo combinado a base de gas natural que pueden ser encendidas y apagadas a voluntad, las térmicas o las odiadas nucleares.

Lo mismo le ocurre a la energía solar, depende de que haya sol, y aún así las horas de sol tienen distinto aporte energético, sólo en las horas centrales del día el sol es realmente aprovechable. Si dibujasemos en una gráfica la energía que se recibe en la tierra durante un día de verano soleado la curva de esa energía tendría forma de campana: iría creciendo durante el amanecer hasta alcanzar un máximo en las horas centrales del día y luego descender de nuevo en el atardecer.

Sucede igual con la energía que podamos extraer del astro rey, descontando por supuesto el rendimiento de nuestro sistema.

El sistema más usado en la actualidad para aprovechar la energía solar es la utilización de colectores cilindro parabólicos: Una especie de canal curvo formado por espejos que reflejan el sol hacia una tubería que los recorre por el centro, de este modo calientan el fluido que pasa por la tubería (un aceite térmico) hasta una elevada temperatura (unos 400ºC) luego con ese calor acumulado en el fluido se evapora agua y el vapor a alta presión hace funcionar una turbina con la que se produce electricidad.

¿Y las horas que no hay sol? Bien, desde hace un tiempo se está experimentando con un sistema que acumula calor durante el día y puede ser aprovechado durante la noche. Se trata de utilizar unos depósitos de sales fundidas como almacén de calor. Durante el día parte del aceite calentado por el sol se usa para fundir las sales que pasan del depósito de sales frías (292ºC) al de sales calientes (384ºC) y almacenarlas fundidas a gran temperatura. Durante la noche o en las horas de menor radiación solar el circuito se hace funcionar al revés y es el calor acumulado en las sales el que calienta el aceite de modo que puede seguir usándose el circuito de aceite para producir vapor de agua y con este electricidad en la turbina.

La Ley española que prima la energía solar ha hecho que en este momento España esté a la cabeza en cuanto a tecnología solar junto con California. El objetivo europeo de contar con un 20% de energía producida por medio de energías renovables en 2020 se ha reflejado en el RD 661/2007 que prima la producción de energía solar y la convierte en un negocio rentable.

En Granada se está poniendo en marcha este mes ANDASOL UNO, una central solar con una capacidad de producción de 50MW que va a ser la primera en el mundo que funcione de forma comercial con este sistema de acumulación con sales fundidas, hasta ahora las que existen son experimentales, juguetes para los investigadores. Los dos depósitos de sales fundidas de ANDASOL contienen unas 28.000 toneladas de sales que son capaces de permitir a la central producir electricidad durante 7 horas y media sin sol. De este modo se aprovecha al máximo la energía solar recibida en los 510.000 m2 del campo de espejos.

Un kilómetro y medio de largo por kilómetro trescientos de ancho. Esperad a que salga en el telediario para que lo traduzcan a campos de fútbol que es la unidad de medida estandard para superficies grandes.